MATRIMONIO SOLO EN MAYORES DE EDAD, NO EN MENORES: MGO

Plantean diputados del PAN y PRD



* Debemos garantizar los derechos de las niñas y niños duranguenses

El matrimonio infantil viola los derechos humanos de las niñas y niños, pero sin duda se trata de la forma más generalizada de abuso sexual y explotación de entre las menores, señaló la diputada Mar Grecia Oliva Guerrero al señalar que para contraer matrimonio, tanto el hombre como la mujer necesitan haber cumplido 18 años de edad.

Por ello, los diputados de Partido Acciona Nacional y de la Revolución Democrática presentaron la iniciativa de reformas al Código Civil del Estado, para eliminar ciertas excepciones donde se brinda la posibilidad que los menores entre 14 y 16 años puedan contraer matrimonio.

Informó que en el caso de México, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, anualmente se casan 113 mil niñas entre 15 y 18 años de edad, además de que según datos de la Secretaria de Desarrollo Social, cada año nacen seis mil bebés de madres entre 10 y 14 años.

Oliva Guerrero, especificó que en el 2014, Durango registró 187 casos de embarazos en mujeres de 10 a 14 años, para 2015 la cifra aumentó a 609, lo que significa un incremento del 325 por ciento, además de que los embarazos en edades de 15 a 19 años también registraron un incremento al pasar de siete mil 89 casos en 2014 a siete mil 829 al año siguiente.

“Las leyes no deben permitir excepciones en la edad mínima para contraer matrimonio; aunque algunos gobiernos permiten el matrimonio a una edad mínima inferior con el consentimiento de terceros, las investigaciones señalan que las niñas que se casan más jóvenes sufren las consecuencias nocivas del matrimonio precoz” puntualizó.


La legisladora destacó que según la UNICEF, el matrimonio infantil también puede acarrear trabajos forzados, esclavitud, prostitución y violencia contra las víctimas, por lo que además consideró que el matrimonio infantil es una respuesta a la miseria y al mismo tiempo una práctica perniciosa que mantiene a las familias atrapadas en la pobreza.

Agregó que las niñas y niños casados prematuramente suelen sentirse aislados, se les aleja de sus familiares más cercanos, se les saca de la escuela y se les niega la relación con los de su edad y con su propia comunidad.

En este sentido, consideró que las leyes deben garantizar que la edad mínima concuerda con un criterio objetivo de madurez, es decir, los 18 años de edad, y no con impresiones subjetivas sobre la madurez de la persona contrayente.