El tabaquismo es considerado en la actualidad uno de los problemas prevenibles de Salud más importantes en el mundo. El consumo se asocia a más de cinco millones de muertes al año, debido a la alta incidencia de padecimientos crónicos con invalides que provoca su consumo.
Jesús Alfonso Godínez Nájera, director del Hospital Materno Infantil, indicó que el hábito de fumar en las mujeres embarazadas pone en riesgo la salud de la futura madre y su hijo, ya que se sabe que el tabaquismo durante el embarazo ocasiona disminución del peso al nacer, amenaza de parto prematuro y parto prematuro, así como restricción del crecimiento intrauterino aumentando la morbilidad perinatal y fetal.
Se ha demostrado también que el consumo de cigarros, puros o pipas durante el embarazo, también puede provocar un embarazo extra-uterino o un aborto natural.
Añadió que el pulmón es el órgano que más sufre los efectos del fumar, porque absorbe todas las sustancias químicas que existen en el humo del cigarrillo. Algunas de estas sustancias químicas hacen que los vasos sanguíneos, que abastecen de sangre al útero, se vuelvan más estrechos, lo que hará que el bebé reciba menos oxígeno y alimento de la sangre, de lo que debería recibir.
Como consecuencia de esta debilidad, el bebé puede sufrir algunos riesgos graves como: pesar poco al nacer; de nacer prematuramente; de nacer sin vida; de morir por un síndrome de muerte súbita; de desarrollar enfermedades respiratorias y alérgicas como es el caso del asma que lo sufre 1 de cada 3 lactantes, y de nacer con alguna malformación debido a la disminución de los niveles de vitamina B12 y C.
Ante este problema de salud, el doctor Jesús Alfonso Godínez Nájera expresó que si una mujer fuma y desea embarazarse, debe dejar de fumar antes de tratar de concebir. Si ya está embarazada, deberá abandonar el cigarro lo antes posible. Si, en un caso extremo, no puede dejar de fumar del todo y desea dejar el cigarro por la salud de su bebé, pero no lo consigue, puede pedir apoyo y consejería en el área de Biología de la Reproducción de este hospital donde se le orientará a fin de que conozca si está en condiciones de concebir y dar a luz un bebé sano con proyección de vida digna.
Para finalizar, reiteró que el humo de los cigarros, o de otro tipo de tabaco, no es sano para un bebé durante su gestación ni después de su nacimiento. Los bebés, así como los niños expuestos al humo, tienen mayor probabilidad de sufrir resfriados, problemas pulmonares e infecciones de oídos. Los pequeños se convierten en fumadores pasivos. Las mujeres embarazadas que no fuman deben evitar el humo de otros fumadores. La exposición regular al humo, aunque sea de segunda mano, puede ser perjudicial para el bebé. Por esta razón, la mujer embarazada, aunque no fume, deberá evitar los ambientes donde esté permitido fumar.
